El comportamiento de eliminación inadecuada es uno de los motivos más frecuentes de consulta. La falta de información y la orientación incorrecta hacen que muchos gatos sean abandonados sin que se intente comprender su situación. En Terapia Felina, nuestro enfoque es escuchar y observar al gato, entender su estado emocional y físico, y trabajar junto con su familia para que vuelva a sentirse cómodo. Evitamos soluciones rápidas basadas en castigos, repelentes o ansiolíticos, que no atacan la raíz del problema.
Cómo identificar el “problema” cuando tu gato orina fuera del arenero
Los gatos pueden orinar fuera del arenero en distintos lugares:
Superficies blandas: camas, sofás, ropa o zapatos.
Superficies lisas: lavabo, ducha, suelo o detrás de puertas.
Encima de personas o cerca del arenero.
Rociando superficies verticales: puertas, paredes o muebles.
La frecuencia del comportamiento aporta información, pero no permite diagnosticar por sí sola. Un gato que orina diariamente fuera del arenero puede estar experimentando mucho malestar, mientras que uno que lo hace ocasionalmente puede estar bajo estrés temporal. En cualquier caso, la cantidad o frecuencia de la orina no permite descartar problemas de salud.
El estrés suele estar presente en todos estos casos, pero nunca debe ser considerado un diagnóstico final. Siempre es necesario profundizar: ¿el gato siente dolor? ¿Qué lo estresa? ¿Está incómodo en su entorno?
Diferencia entre marcaje urinario y eliminación fuera del arenero
Es importante diferenciar entre marcaje urinario y orinar sentado fuera del arenero.
Marcaje urinario: el gato levanta la pata y rocía superficies verticales. Es un comportamiento natural para comunicar territorialidad, especialmente en gatos no esterilizados. Este comportamiento puede persistir como hábito incluso después de la esterilización, ya que forma parte de su lenguaje químico y social.
Eliminación fuera del arenero (sentado): indica estrés, dolor o malestar. Los gatos orinan en superficies horizontales y a menudo intentan cubrir la orina. Es un síntoma, no un comportamiento “malo”.
El marcaje es una forma de comunicación, mientras que la eliminación inapropiada es un indicador de que algo no va bien.
Gatos jóvenes y el aprendizaje del arenero
Los gatitos entre 1 y 2 meses pueden orinar fuera del arenero sin que sea un problema de conducta. Aprenden a usarlo poco a poco y necesitan que el arenero esté siempre cerca de donde pasan tiempo. Esto es completamente natural y comparable al aprendizaje de los bebés humanos. A medida que crecen, podemos ir adaptando la ubicación del arenero progresivamente.
Qué descartar primero
Cuando un gato orina sentado fuera del arenero, lo primero que se debe descartar son problemas médicos:
Infecciones urinarias, cristales en la orina o cistitis.
Dolor físico que dificulte la eliminación.
Otros problemas de salud que puedan provocar malestar.
En Terapia Felina solicitamos análisis de orina completos antes de abordar el componente emocional o de estrés, porque el dolor o la enfermedad son causas primarias que necesitan atención veterinaria. Una vez tratadas, se puede trabajar en el entorno y bienestar emocional del gato para recuperar un comportamiento normal.
Eliminación fuera del arenero con heces
Cuando el problema involucra defecar fuera del arenero, las causas pueden ser:
Problemas digestivos (diarrea, alergias, intolerancias, estreñimiento).
Dolor al defecar (heridas, problemas articulares, columna o cadera).
Dificultad para mantener la postura (común en gatos mayores o con ataxia).
Estrés ambiental o aversión al arenero.
Enfermedades subyacentes.
En estos casos, es útil recopilar fotos, vídeos y detalles sobre alimentación y síntomas adicionales para poder valorar la situación correctamente.
Nunca regañes a tu gato
Es fundamental no enfadarse ni castigar al gato. Cuando elimina fuera del arenero, nos está comunicando que algo no va bien. La solución requiere comprender su dolor, estrés y entorno, no imponer disciplina.
Los síntomas desaparecerán solo cuando el gato esté completamente cómodo y libre de malestar, tanto físico como emocional. Esto puede implicar mejorar la alimentación, enriquecer su entorno y fomentar relaciones armónicas dentro del hogar.
Claves para el bienestar del gato
Tres pilares fundamentales para la salud física y emocional de un gato:
Alimentación adecuada: previene problemas urinarios, digestivos y alergias.
Entorno enriquecido: el gato necesita libertad, juego y lugares seguros según su personalidad.
Relaciones armoniosas: convivir en un entorno limpio y armónico reduce estrés y favorece la salud emocional.
Cuando un gato se siente bien y vive en un entorno equilibrado, los problemas de eliminación disminuyen significativamente. En Terapia Felina, acompañamos a gatos y familias de principio a fin para restaurar su bienestar y la armonía en casa.




