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Salud

Medicamentos peligrosos para nuestras mascotas

Muchas veces se utilizan medicamentos de medicina humana en nuestros pequeños animales y son completamente seguros y eficaces, pero hay otros que pueden ocasionar serios efectos adversos e incluso la muerte.

Muchas veces se utilizan medicamentos de medicina humana en nuestros pequeños animales y son completamente seguros y eficaces, pero hay otros que pueden ocasionar serios efectos adversos e incluso la muerte. Además, algunos de ellos, aunque administrados solos sean inocuos, al mezclarse con otros componentes pueden suponer un grave riesgo para la salud de nuestras mascotas.

Veamos entonces qué medicamentos podemos administrar a nuestros perros y gatos y cuáles conviene conocer antes de dárselos para evitar males mayores.

Aspirina La aspirina es beneficiosa para el dolor, es decir, como analgésico, y también para evitar trombosis. Sin embargo, la dosis en gatos debe ser muy muy baja, solo 80mg cada 2 días (no por kg, por gato). Este medicamento se metaboliza muy rápidamente en los gatos, produciéndose silicatos que se eliminan muy lentamente. Además, el efecto para evitar trombos es mínimo en los pequeños felinos.

Paracetamol (acetaminofén) Ya hablamos del paracetamol en el post de alimentos tóxicos, no debe utilizarse. En perros, el efecto de este medicamento es cuestionable pues es muy corto mientras que en gatos, está totalmente contraindicado.

Ibuprofeno y Naproxeno (antiinflamatorios) Nunca deben utilizarse debido al alto riesgo de efectos adversos.

Antihistamínicos (chlorfeniramina, cetirizina y clemastina) En perros no se utiliza como antialérgico porque no es eficaz. Además, los antihistamínicos pueden tener otros efectos adversos en nuestras mascotas, como retención urinaria, aumento de la presión intraocular, sequedad en la boca, etc.

Antidiarreicos (subsalicilato de bismuto) Este medicamento cuando se absorbe produce úlceras, tornándose las heces oscuras o negras, especialmente en gatos, cuya eliminación es muy lenta. Además, en dosis altas (10 veces la dosis habitualmente recomendada) tiene un efecto antiemético.

Medicamentos laxantes (sulfato magnésico) Este medicamento debe evitarse en animales con fallo renal. Además, puede disminuir la absorción de otros medicamentos, como los antibióticos (ciprofloxacina).

Agua Oxigenada (peróxido de hidrógeno) El agua oxigenada produce vómitos. Se utiliza en las clínicas veterinarias para inducir los vómitos en el animal de manera controlada y cuando es necesario.

Antitusígeno (dextrometorfano) La eficacia de este medicamento en los animales es imperceptible, por lo que no se recomienda, así se evita que el animal tome químicos que no necesita y de los que no se beneficia.

Antiácidos (carbonato cálcico o magnésico) Se puede producir hipercalcemia o hipermagnesemia, de especial relevancia cuando hay una insuficiencia renal. Por otro lado, reducen la absorción de antibióticos como las fluoroquinolonas o tetraciclinas, del ketoconazol, del hierro y otros.

Omeprazol (antiácidos) El omeprazol puede reducir la absorción de medicamentos para el tratamiento de los hongos, como el ketoconazol o el itraconazol.

Para terminar… Podemos pensar que estamos beneficiando a nuestra mascota, pero en realidad la estamos perjudicando si le administramos medicamentos de “nuestra farmacia en casa”. Es por ello que debemos acudir a un veterinario si vemos que está enferma y no “auto-medicarla”. En la clínica te recomendarán el tratamiento que se ajuste mejor a las necesidades de tu perro o gato y la dosis exacta, pata evitar complicaciones y efectos adversos.