Salud

¿Los perros mayores, tienen Alzheimer?

Aunque nos neguemos a aceptarlo, nuestros peludos se hacen mayores y a partir de los 7 años aproximadamente, empiezan a ser “senior”. A partir de esa edad, según cumplan años llegará el momento en que duerman más, jueguen menos, tengan más manías, empiecen a tener problemas de salud… y con cierta frecuencia pueden desarrollar lo que se conoce como "Síndrome de disfunción cognitiva".

El síndrome de disfunción cognitiva (SDC) en perros es una condición neurodegenerativa similar al Alzheimer en humanos. Afecta principalmente a perros geriátricos y se caracteriza por un deterioro progresivo de las funciones cognitivas, como la memoria, el aprendizaje, la percepción y la conciencia espacial.

Síntomas del SDC en perros

  • Desorientación: el perro parece perdido en lugares familiares, se queda mirando al vacío, no reconoce a personas o lugares.

  • Interacciones alteradas: cambios en la relación con humanos o animales, como volverse más retraído o agresivo.

  • Sueño y ciclo de vigilia alterados: duerme más durante el día y está inquieto o vocaliza por la noche.

  • Higiene doméstica: olvidan dónde hacer sus necesidades, tienen accidentes dentro de casa.

  • Actividad: disminución de la actividad general, apatía, o comportamientos repetitivos sin sentido.

  • Otros síntomas pueden incluir:

  • Pérdida de entrenamiento aprendido (como comandos o rutinas).

  • Ansiedad o inquietud.

  • Cambios en el apetito.

Con frecuencia se manifiestan síntomas “leves” que interpretamos como normales en un animal viejo (que tenga menos actividad, algún pis en casa…), pero cuando los síntomas son más severos podemos encontrarnos en una situación clínica donde el animal tiene muy mermada su calidad de vida.

Tratamiento del SDC

Aunque no tiene cura, hay formas de manejar los síntomas y ralentizar la progresión:

  1. Medicamentos: fundamentalmente para mejorar el riego sanguíneo a nivel cerebral o mejorar la función dopaminérgica para ayudar con la cognición. Otros fármacos pueden usarse para tratar síntomas específicos como la ansiedad o el insomnio.

  2. Dieta y suplementos: Podemos mejorar la condición neurológica y prevenir o ralentizar el avance del deterioro mediante la suplementación con antioxidantes, ácidos grasos omega-3, vitaminas E y C, y otros nutrientes que apoyan la salud cerebral.

  3. Estimulación mental: El cerebro, como cualquier órgano, si no se entrena se atrofia. Aunque tu peludo esté menos activo, necesita juegos interactivos, entrenamiento con refuerzo positivo, paseos variados, y mantener rutinas estables.

Suplementos como SAMe, fosfatidilserina, Ginkgo biloba o MCTs (triglicéridos de cadena media) o el CBD han demostrado su eficacia a nivel neurológico y en la regulación de los ciclos de sueño.

Actualmente hay diversos productos ya comercializados, con distintas combinaciones y concentraciones, para la suplementación nutricional en animales con síndrome de disfunción cognitiva, dando muy buen resultado como complemento a los tratamientos farmacológicos o incluso retrasando el momento de tener que empezar a medicar.

¿Y los gatos? ¿Pueden los gatos tener síndrome de disfunción cognitiva?

Sí, los gatos también pueden desarrollar síndrome de disfunción cognitiva (SDC), especialmente a partir de los 11-12 años, aunque es más común en gatos mayores de 15. Al igual que en los perros, se trata de una enfermedad neurodegenerativa que afecta la función cerebral y provoca cambios en el comportamiento, la memoria y la percepción.

Síntomas del SDC en gatos

Los signos pueden ser más sutiles que en los perros, pero incluyen:

  • Desorientación: el gato parece perdido en casa, se queda mirando fijamente a la pared o se confunde con las puertas.

  • Alteraciones en el sueño: duerme más durante el día y está activo o vocaliza por la noche.

  • Vocalización excesiva: maullidos fuertes, especialmente nocturnos, sin causa aparente.

  • Pérdida de hábitos de higiene: orina o defeca fuera del arenero.

  • Cambios en la interacción social: se vuelve más distante o, por el contrario, más demandante.

  • Disminución de la actividad: juega menos, explora menos, se muestra apático.

Tratamiento y manejo

  1. Aunque no hay cura, se pueden aplicar estrategias similares a las usadas en perros: Medicamentos para mejorar el estado cognitivo.

  2. Dietas y suplementos nutricionales.

  3. Mantener un entorno predecible y rutinas estables (más importante incluso que en los perros, por la conducta natural de los gatos).

  4. Estimulación mental con interacción diaria y enriquecimiento ambiental.

Si tienes dudas sobre el síndrome de disfunción cognitiva, o tienes un perro o gato senior y quieres asesorarte sobre cómo prevenir esta condición o sobre cómo mejorar su calidad de vida, contáctanos y estaremos encantados de atenderte.