La Filariasis en gatos es muy diferente a cómo se presenta en perros. El gato es un hospedador “atípico” para las filarias, y muchas de las filarias no sobreviven ni evolucionan a su forma adulta. Los gatos con formas adultas de filaria, tienen normalmente entre uno y tres gusanos, y muchos gatos afectados por filaria no tienen si quiera las formas adultas. Todo esto conlleva a que la Filariasis sea INFRADIAGNOSTICADA en la especie felina, es importante comprender que incluso las larvas de filaria causan un verdadero daño conocido como Enfermedad Pulmonar Asociada a Filariasis (en inglés heartworm associated respiratory disease, HARD). Además, la medicación usada para tratar la Filariasis en perros NO puede ser usada en gatos, por lo que la PREVENCIÓN es la única manera de proteger a los gatos de las secuelas de la filaria.
¿Cuáles son los signos de la Filariasis en gatos?
Los signos de la Filariasis en gatos pueden ser muy sutiles o demasiado severos. Entre los síntomas se incluyen: tos, crisis respiratorias parecidas al asma, vómitos periódicos, pérdida de apetito, o pérdida de peso. Ocasionalmente, los gatos afectados pueden tener dificultad para desplazarse, desvanecerse o convulsionar, o sufrir de una acumulación de líquido en el abdomen (ascitis). Desafortunadamente, el primer signo en muchos casos es el colapso repentino del gato, o la muerte súbita.
¿Qué debo saber sobre los métodos diagnósticos en filariosis?
La filariosis es una grave y progresiva enfermedad. Cuanto más precoz sea su detección, mejores serán las posibilidades de recuperación de tu mascota. Hay pocos, si los hay, síntomas de enfermedad cuando un perro o gato se infestan con Dirofilaria, por lo que detectar su presencia con un test realizado por un profesional veterinario es clave. El test requiere de una pequeña cantidad de sangre de tu mascota, y funciona detectando la presencia de una proteína propia de la superficie del gusano (antígeno). Algunos centros veterinarios procesan la muestra y el test in-situ, mientras que otros mandan la muestra a ser analizada en laboratorios de referencia veterinaria. En cualquiera de los casos, los resultados se obtienen e interpretan de forma rápida. Si tu mascota diera positivo, otros exámenes complementarios deberán ser realizados.
¿Cuándo debería realizar el test a mi gato?
La filariasis es más complicada de detectar en gatos con respecto a los perros, porque los gatos son menos propensos a tener gusanos adultos (detectable con test rápido de antígenos). El método de detección preferido en gatos incluye tanto la realización de test de antígenos y anticuerpos (los anticuerpos detectan la exposición a larvas de filaria). Tu veterinario también realizará radiografías y/o ecografía torácicas.
Los gatos serán testados antes de tomar tratamiento preventivo y re-testados una vez el veterinario estime oportuno para documentar si sigue en exposición del parásito. Ya que no existe tratamiento aprobado de uso específico en gatos para dirofilaria, como sí ocurre en perros, la prevención es crucial.
¿Qué ocurre si mi gato da positivo en el test de filaria?
Como en perros, los gatos pueden ser parasitados por el llamado gusano del corazón o filaria (Dirofilaria immitis). Hay diferencias de todos modos en la forma de presentar la enfermedad (filariasis) y en cómo es diagnosticada y manejada. Ya que el gato no es un hospedador ideal para este parásito, algunas infestaciones se resuelven de forma espontánea, aunque no impide que deje al gato con secuelas en el sistema respiratorio. La filaria en el sistema circulatorio también afecta al sistema inmunitario y causa síntomas tales como tos, dificultad respiratoria y crisis respiratorias parecidas al asma. Los gusanos del corazón pueden migrar dentro del gato a otras partes del cuerpo, tales como el cerebro, ojo y la médula espinal. Complicaciones severas tales como émbolos sanguíneos en los pulmones y la inflamación pulmonar pueden ser el resultado cuando gusanos adultos mueren en el cuerpo del gato.
Qué debemos hacer y esperar, en el caso de que nuestro gato de positivo en el test de filaria:
- Diagnóstico. Los síntomas pueden ser visibles en el caso de los perros infectados cuando tienen 30 o más gusanos en el corazón y pulmones. Mientras que los gatos pueden tener uno o dos gusanos, aunque haya casos que puedan tener hasta seis. La severidad de la enfermedad en perros está correlacionada con la cantidad de gusanos en su organismo, siendo en gatos solamente la presencia de uno o dos gusanos la que puede hacer que nuestro gato esté muy enfermo. El diagnóstico puede ser complicado requiriendo un examen físico exhaustivo, radiografías, analítica sanguínea completa y algunos test sanguíneos específicos. La realización de ecografía torácica, también puede ser necesaria.
- Tratamiento. Desafortunadamente no hay ningún fármaco específico aprobado para uso en la especie felina en caso de parasitación por filaria. El fármaco usado en el caso en la especie canina no es seguro en la especie felina. De igual modo, los gatos positivos a filaria pueden beneficiarse de un buen tratamiento de soporte instaurado por su profesional veterinario actualizado. El objetivo es estabilizar al gato y determinar un plan de apoyo y manejo a largo plazo.
- Monitorizar a tu gato. Los gatos positivos a filaria pueden experimentar una resolución espontánea a la parasitosis, pero el daño causado por los gusanos será permanente. Si tu gato no muestra síntomas respiratorios, pero se ha detectado presencia de filarias en los pulmones, se debe monitorizar con radiografías torácicas cada 6 o 12 meses, bajo criterio veterinario. Si hay signos respiratorios, dosis reducidas de prednisolona pueden ser administradas para ayudar a reducir la inflamación secundaria.
- Proporcionar asistencia veterinaria. Si la enfermedad se presenta con síntomas severos, se necesitará dar soporte con atención veterinaria hospitalaria. Si tu veterinario te recomienda esta opción es porque en el caso concreto de tu gato puede marcar una gran diferencia con respecto a las expectativas de supervivencia a corto, medio y largo plazo. La administración de fluidos intravenosos, fármacos antiparasitarios, medicación de soporte cardíaco y pulmonar, antibióticos *(os explicaremos un frikidato más adelante), y cuidados intensivos. En algunos casos graves, se puede contemplar eliminar parte de la carga parasitaria en quirófano.
/*\FrikiDato: la filaria convive junto a una bacteria llamada Wolbachia spp., la cual es crucial debido a su relación de mutualismo nutricional. Es por ello que parte del tratamiento en gatos positivos es el uso de antibioterapia específica para dicha bacteria, ya que así se ataca al talón de Aquiles de la filaria.
- La prevención es tu mejor aliada. El gato ha demostrado que puede desarrollar filariasis, tanto en gato de interior, mixtos y exterior, estando todos en riesgo. Es muy importante desparasitar frecuentemente a tu gato, mensualmente según el tipo de producto a utilizar bajo criterio veterinario, teniendo formas de presentación como pipeta o pastilla. El tratamiento preventivo mantiene las nuevas posibilidades de parasitación a raya en caso de que un mosquito infestado pique a tu gato de nuevo.
...y después de todo lo explicado, espero que la desparasitación y chequeos preventivos veterinarios formen parte de los hábitos con tu peludito, para poder disfrutar de su compañía de calidad durante muchos años más!