Salud

☀ Golpe de calor en perros, gatos y otros peluditos: cómo cuidarlos y protegerlos este verano

El verano es una época maravillosa para disfrutar al aire libre, pero también puede suponer un grave peligro para quienes están bajo nuestro cuidado. Nuestros peluditos no son objetos ni pertenencias, sino seres sintientes que merecen todo nuestro respeto, cariño y atención. Tenerles no es una obligación, sino una decisión consciente que implica responsabilidad y compromiso para garantizar su bienestar. Este compromiso se vuelve especialmente importante cuando hablamos de golpes de calor, una urgencia veterinaria que se incrementa en los meses más calurosos. El golpe de calor puede afectar a perros, gatos y otros animales, y si no actuamos rápido, puede costarles la vida.

¿Qué es el golpe de calor?

El golpe de calor sucede cuando la temperatura corporal de un peludito se eleva a niveles peligrosos y su cuerpo no puede enfriarse de forma natural. Por encima de 41°C, existe un alto riesgo de daño grave en órganos vitales, lo que puede ser fatal.

❗ ¿Por qué es tan peligroso? Perros y gatos no sudan como nosotres. Evolutivamente, regulan su temperatura principalmente jadeando y a través de las almohadillas, que les ayudan a liberar calor. Pero en situaciones de calor extremo, estos mecanismos naturales no son suficientes para evitar el sobrecalentamiento, que puede derivar rápidamente en un golpe de calor.

¿Quiénes están más en riesgo?

Todos los peluditos pueden sufrir un golpe de calor, pero debemos cuidar con especial atención a quienes tienen:

  • Hocicos chatos (braquicéfalos), como Bulldogs, Carlino, Boston Terrier, que tienen dificultades para respirar y disipar calor.

  • Pelajes largos o muy densos, como Chow Chow, Pastor Alemán o Samoyedo, que dificultan la ventilación.

  • Patas cortas, como Corgis, Basset Hound o Teckel, que al estar más cerca del suelo absorben más el calor radiante y aumentan el riesgo de sobrecalentamiento.

  • Edad avanzada, sobrepeso o condiciones médicas preexistentes, como enfermedades cardíacas, respiratorias o hormonales (hipotiroidismo), que empeoran la capacidad de termorregulación.

Los gatos, aunque suelen tolerar mejor el calor, también están en riesgo y a menudo no muestran síntomas evidentes hasta que la situación es grave.

⚠️ Síntomas para detectar a tiempo

Reconocer los signos a tiempo puede salvar vidas. Estate atentx a:

  • Jadeo intenso, incluso en reposo, que indica dificultad para regular la temperatura.

  • Encías muy rojas o pálidas, señal de mala circulación o deshidratación.

  • Falta de coordinación, debilidad o tambaleo, que pueden indicar afectación neurológica.

  • Babeo excesivo, signo de estrés y sobrecalentamiento.

  • Convulsiones o desmayos, señales de emergencia extrema.

  • En gatos, respiración rápida con boca abierta, letargo o vómitos, que indican alerta roja.

✅ ¿Qué hacer si sospechas un golpe de calor?

  • Llevar al peludito a un lugar fresco y ventilado (ventilador o aire acondicionado si es posible). Es fundamental mejorar la circulación de aire para facilitar su enfriamiento.

  • Mojarle con agua fresca, nunca con hielo ni toallas húmedas que pueden atrapar el calor. El agua muy fría o el hielo pueden causar un choque térmico que dificulta que el cuerpo se enfríe correctamente, además de generar vasoconstricción (estrechamiento de los vasos sanguíneos), lo que reduce la eliminación del calor corporal. Envolverles en toallas mojadas puede crear una capa aislante que atrapa el calor en lugar de disiparlo, empeorando la situación.

  • Ofrecer agua solo si está consciente y puede beber para evitar riesgo de atragantamiento.

  • Enfriar rápido sin esperar a llegar al veterinario, ya que cada minuto cuenta para prevenir daños graves.

  • Contactar urgentemente con tu veterinario de confianza para recibir indicaciones profesionales y atención inmediata.

Hidratación y juegos refrescantes: clave para prevenir

Para ayudar a mantener hidratados y frescos a nuestros peluditos durante el verano, te recomendamos:

  • Aumentar el aporte de agua fresca en sus bebederos, renovándola varias veces al día.

  • Ofrecer snacks húmedos y caseros que aporten líquido extra y sean sanos. Por ejemplo: Para perros: mezcla yogur natural sin azúcar con trozos pequeños de sandía o pepino congelados. Para gatos: prepara cubitos de caldo de pollo sin sal ni condimentos, que puedes ofrecerles como premio.

  • Piscinitas o recipientes con agua donde puedan jugar, mojarse las patas y refrescarse de forma divertida y natural.

  • Crear zonas de sombra y ventilación natural para que puedan descansar frescos y tranquilos.

⚠️ Qué NO hacer

  • No usar hielo ni agua muy fría para evitar shock térmico y vasoconstricción.

  • No envolver en toallas mojadas que atrapan el calor en lugar de disiparlo.

  • No forzar a beber si está desorientadx o inconsciente para evitar ahogamientos.

  • No demorar la actuación ni esperar a que los síntomas empeoren.

✅ Prevención: la mejor protección

  • Evitar paseos en las horas de más calor, normalmente entre las 12 y las 18 horas.

  • Nunca dejar peluditos solos en coches, ni un minuto, porque el calor se acumula rápido y puede ser mortal.

  • Garantizar sombra, agua fresca y buena ventilación en casa para que puedan refrescarse en todo momento.

  • Cuidar la ventilación en transportines o mochilas durante viajes para evitar que sufran estrés térmico.

Un llamado a la responsabilidad y al respeto

Tener un peludito es un acto de amor, pero también una enorme responsabilidad. No son objetos ni obligaciones pasajeras; son seres sintientes con emociones y necesidades que dependen completamente de nosotres para su bienestar y protección. Lamentablemente, y aunque parezca inaceptable en pleno siglo XXI, cada verano en España se abandonan alrededor de 50.000 animales, un aumento preocupante que se vincula a la falta de información, la irresponsabilidad y el desconocimiento sobre cómo cuidarles, especialmente en situaciones de riesgo como las olas de calor. Este abandono no solo es una tragedia para quienes sufren, sino también un grave problema social y sanitario. Desde aquí hacemos un llamamiento firme: asumir el compromiso que implica cuidar a un peludito significa garantizar su seguridad y salud, especialmente frente a golpes de calor.

Compartir esta información no es solo un acto de conciencia, es una responsabilidad colectiva para evitar que se sigan perdiendo vidas por decisiones negligentes e inaceptables.

Comparte para salvar vidas

Si tienes peluditos bajo tu cuidado o conoces a alguien que pueda beneficiarse de estos consejos, por favor comparte esta información. La prevención y la educación son nuestras mejores herramientas para proteger a quienes nos regalan tanto amor y compañía.

Judith – Veterinaria en Namasvet Colaboración especial para Pets & Vets