¿Por qué es importante desparasitar a tu mascota?
Los parásitos no solo ponen en riesgo la salud de nuestros compañeros peludos, sino que algunos también pueden afectar a los humanos. Esto se conoce como zoonosis, y es una razón más para mantener a tu mascota protegida con desparasitaciones internas y externas regulares.
En términos generales, podemos clasificar los parásitos en dos grandes grupos:
1. Parásitos internos (endoparásitos)
Estos parásitos habitan en el interior del cuerpo del animal —principalmente en el intestino, el corazón o los pulmones— y suelen ser invisibles a simple vista. Afectan sobre todo a cachorros, animales mayores o con defensas bajas.
Algunos de los más comunes son:
Toxocara (lombrices): Afectan tanto a perros como a gatos. Se transmiten a través de las heces y también de la madre a las crías durante la lactancia. En casos graves, pueden causar hinchazón abdominal, vómitos, diarrea e incluso problemas respiratorios.
Estróngilos (gusanos ganchudos): Se fijan a la pared intestinal y se alimentan de sangre, provocando anemia, pérdida de peso o diarreas con sangre.
Gusanos pulmonares: Se contagian al ingerir caracoles o babosas infectadas. Los síntomas más comunes son tos seca, apatía, hemorragias nasales o dificultad para respirar.
2. Parásitos externos (ectoparásitos)
Viven en la piel o el pelaje del animal y son fáciles de identificar. Pueden causar desde molestias leves hasta enfermedades graves, ya que en algunos casos también son vectores de parásitos internos.
Entre los más habituales encontramos:
Pulgas: Activamente presentes durante todo el año. Provocan picor intenso y, en muchos casos, transmiten tenias.
Tenias: Estos parásitos intestinales llegan al organismo cuando el animal ingiere una pulga infectada. Algunas especies pueden alcanzar los 70 cm de longitud.
Garrapatas: Su actividad se intensifica en primavera y verano. Además de alimentarse de sangre, pueden transmitir enfermedades como:
Babesiosis: Afecta a los glóbulos rojos y puede llegar a ser mortal.
Ehrlichiosis: Ataca el sistema inmunológico.
Enfermedad de Lyme: Ocasiona inflamación de ganglios y daños renales.
Mosquitos: Pueden parecer inofensivos, pero algunas especies son portadoras de enfermedades graves como:
Dirofilariosis (gusano del corazón): Se aloja en el corazón y los pulmones, provocando insuficiencia cardíaca y problemas respiratorios.
Leishmaniosis: Una enfermedad crónica que debilita el sistema inmunológico del perro. España es una zona de alto riesgo, especialmente en primavera y verano.
Prevención: la clave para una mascota sana
Prevenir siempre es mejor que curar, y con unos pocos hábitos podemos mantener a raya a estos indeseables visitantes.
Prevención de parásitos internos
Administrar jarabes o comprimidos desparasitantes cada 3 meses (o según indique tu veterinario).
Mantener una buena higiene en zonas comunes: recoger excrementos, limpiar areneros, comederos y bebederos con frecuencia.
Evitar que tu mascota ingiera restos orgánicos o alimentos del suelo.
Prevención de parásitos externos
Utilizar collares antiparasitarios, pipetas o comprimidos preventivos.
Complementar con champús, sprays o repelentes antimosquitos.
Evitar zonas de riesgo como áreas con agua estancada o vegetación densa en épocas de calor.
Mantener limpios sus utensilios, cama y espacios de descanso.
Usar mosquiteras o repelentes ambientales si tu mascota duerme al aire libre o cerca de ventanas.
Cuida su salud... y la tuya
La prevención de parásitos no solo protege a tu mascota, también cuida a toda la familia. Si tienes dudas sobre cómo desparasitar correctamente o qué productos son los más adecuados, consulta con tu veterinario de confianza.
En Pets & Vets te ayudamos a encontrar clínicas y especialistas cerca de ti para que tu compañero peludo esté siempre en las mejores manos.